lunes, 12 de noviembre de 2007

Lucie (parte I)










A Lucie la conocí el día que asistí a mi primera fiesta en casa de Solidarités, una de las ONGs que operaban en RCA.
Las fiestas que solía organizar Solidarités eran especialmente conocidas por ser las mejores que se formaban, y el éxito de tales reuniones era simplemente el llamar al mayor número de gente posible y pedirles que aportaran algo de beber o comer, de tal forma que conseguíamos ser muchos y bien aprovisionados.
Eso sí, la variedad de productos con los que allí acudíamos era directamente proporcional a lo que en los mercadillos ambulantes podíamos encontrar, es decir tremenda.
Yo llevaba por entonces cerca de un mes en el país y era mi primera “gran cita” en sociedad. Llegué como único representante de MSF España puesto que mis colegas, excepto Gbane, que se encontraba esos días de visita en el terreno, no eran de trasnochar mucho. Sin embargo acudí acompañado de Desiré mi homólogo en MSF Holanda y con el que tenía una gran empatía desde el principio.
Desiré era de la Costa de Marfil, como Gbane con quien también me llevaba francamente bien. Trabajaba para MSF desde hacía varios años y al igual que Gbane había empezado su trabajo en la asociación como trabajador local en Costa de Marfil.
Era un viernes y Desiré y yo quedamos después de cenar para ir juntos, el había encontrado una botella de vino tinto, un Burdeos de dudosa procedencia real y yo decidí apostar sobre seguro y llevar algunas cervezas.
Cuando llegamos a la fiesta, había cerca de 60 personas en su mayoría en la marquesina de la gran casa, y desperdigados por el césped frente a esta. Sonaba música de baile desde dentro de la casa pero a un sonido aceptable que permitía poder tener una conversación, en una gran mesa instalada en la propia marquesina se podían encontrar toda clase de productos, desde los famosos “arachides” o cacahuetes, hasta una especie de buñuelos muy típicos de allí, o unos desiguales trozos de lo que parecía ser una especie de pizza, humus, pan de diferentes tipos… en cuanto a la bebida, bajo la mesa había dos enormes cubas de plástico donde se encontraba la cerveza y los refrescos de piña, naranja y pomelo, mezclados con enormes trozos de hielo que yo me preguntaba de donde los habrían sacado. Sobre la mesa había algunas botellas de vino y una de Gordons, lo demás no pude reconocerlo, y les aseguro que por mi anterior experiencia laboral, trabajando en el departamento de compras de una empresa de distribución de bebidas, estaba bien posicionado para poder haberme aproximado a saber lo que eran esas botellas que contenían aquellos líquidos de los más exóticos colores. Pero no pude hacerlo. Por supuesto no probé ninguna de ellas, no era mi intención arruinarme esa primera noche en la que salía por culpa de un cólico.
Allí las conversaciones pasaban del inglés al francés, y de Europa a África, entre experiencias pasadas, ONGs, política, futuro del País, etc…
Al principio la gente era un poco reacia a ir hacia la improvisada pista de baile en la que se había transformado el salón, pero poco a poco nos fuimos animando y cuando cerca de las dos de la mañana ya quedábamos allí sólo los más fieles y casi nada más que beber, prácticamente nos encontrábamos todos allí bailando.
La desinhibición del alcohol nos hizo bailar a todos con todos y así empecé bailando con Aída una angoleña con unos movimientos de cadera de infarto y terminé haciéndolo con Carolina una parisina con unas ganas de divertirse locas.
Cuando finalmente acabamos con todas las existencias de la casa decidimos cambiar el rumbo y concluimos ir a Songo Night, una de las discotecas de más palma en Bangui. Allí llegamos cerca de quince o dieciséis, no puedo asegurarles el número, evidentemente era algo de lo que no me preocupaba en absoluto, y lo que me empezaba a costar cierto trabajo. Allí desembarcamos directamente en la pista de baile, danzando entre los ritmos de Shakira, Eminen y Las Ketchups.
En Songo Night, como en la mayoría de las discotecas de Bangui, la pista de baile estaba poblada por un gran número de africanas solas o en grupo, unas que gustaban de bailar simplemente, otras que lo que gustaban era de poder encontrar un hombre blanco que les invitara o incluso buscar al hombre blanco que les pudiera ofrecer la posibilidad de una vida más occidental de la que se podían permitir. El problema es que evidentemente no se podía ver la diferencia y era imposible saber quien era quien, y quien buscaba qué. Salvo cuando alguna de ellas venía descaradamente a bailar junto a ti de forma insinuante. Entonces lo mejor era hacer acto de voluntad y rechazar en la medida de lo posible la posibilidad de quedarse juntos esa noche, pues de lo contrario más tarde sería más difícil hacerlo.
Olivier un belga con aspecto de Elton John y un juerguista de primera se acercó y comenzó a bailar cerca de mí. Estuvimos un buen rato haciendo bufonadas hasta que decidió tomar amablemente por el brazo a una chica que había cerca de nosotros y la puso a bailar conmigo mientras él se iba a por una cerveza.
“Que cabrón más grande” fue lo primero que se me ocurrió pensar, mientras le dirigía una tímida sonrisa a aquella chica de enormes labios y hermoso rostro, e intentaba seguir su ritmo.
“Pero será capullo el tío” seguía pensando mientras me decidí a presentarme.
- Hola me llamo Pepe y tú?
- Cómo?
- Pepe, mi nombre es Pepe
Lo de mi nombre en RCA merecería un capítulo a parte, en francés Pepe venía a ser algo así como “abuelito” y Sango, la lengua local, era la negación en las frases, es decir algo seguido de “pepe” significaba negar ese algo.
- Pepe? – me dijo tras una breve carcajada seguido de un –Nooo
- Sí, sí, ese es mi nombre, es así. . tú como te llamas?
- Lucie, yo me llamo Lucie.
Empezamos a hablar al tiempo que seguíamos bailando, aunque pronto pusieron una serie de canciones lentas que nos permitió seguir bailando más cerca y conversando más tranquilamente.
Cuando Olivier volvió con su cerveza, me miró y con una sonrisa cómplice me hizo un gesto para saber si todo estaba ok. Yo le respondí que sí y él continuó su marcha.
Era la segunda vez que establecía contacto con una centroafricana fuera del trabajo, y la primera vez la cosas no habían ido demasiado bien, pues había sido alguien que se interesó por mí de manera desmedida y sospechosa y con quien tuve que despedirme de manera más bien brusca. No quería que sucediese lo mismo con Lucie, y aunque mi estado de embriaguez y mi falta de experiencia en aquel tipo de relaciones no me ayudaban mucho, percibí en ella algo mejor que un puro interés en un blanco.
En un momento en el que decidió ir al baño, fui directamente a buscar a Desiré, él era también africano y debía poder ayudarme un poco en qué es lo que estaba pasando realmente. Además él había sido testigo de toda la escena sabía lo que estaba pasando.
- Dez tío, qué hago? Qué busca?
- Qué busca? Y tú? Que buscas tú? Ella seguramente quiere que la invites a algo y divertirse contigo, hacerse amiga tuya y…..lo que surja.
“Joder!” pensé yo.
Les puedo asegurar que en aquel momento a mí lo que más me apetecía era exactamente lo mismo, divertirme, hacerme amigo suyo y lo que surgiera, pero en algún sitio de mi cabeza algo me decía que las cosas no eran así.
Cuando regresó del baño le pregunté qué es lo quería que hiciésemos. Me miró fijamente a los ojos y apretó los labios al tiempo que arqueaba las cejas en señal de despreocupación.
-No importa.
- Tomamos algo?- le propuse.
Fuimos a la barra y se pidió un refresco de naranja, mientras yo pedía mi enésima cerveza.
Continuamos hablando hasta tarde, cuando Desiré se acercó a nosotros y nos señaló que era el momento de irnos, yo había venido con su coche y tenía que regresar con él.
-Yo me tengo que ir, qué haces tú? ...Te vienes a mi casa?- le pregunté a Lucie tras varios segundos de dudas y no estando convencido de lo que le proponía.
Ella aceptó con la cabeza, tras otra ligera duda y mientras me tomaba la mano, abrió sus ojos mostrándome el rostro de quien se aventura en algo desconocido.
El chofer de Desiré nos dejó en casa y ambos entramos cogidos de la mano, no nos dijimos nada, ambos éramos conscientes de lo que habíamos ido a hacer allí.

Unas horas más tardes, al alba, antes de que el resto de mis compañeros se despertaran la acompañé para alcanzar un taxi y nos despedimos después de intercambiarnos los teléfonos.

Me fui a dormir entonces con una extraña sensación dentro de mí y sin comprender muy bien que es lo que había empezado ese día entre Lucie y yo. Pero estaba convencido de que algo especial acababa de comenzar entre nosotros.

5 comentarios:

Franck dijo...

Toma, toma y toma… ¿Y tú decías que no sabías si te ibas a integrar?… Pues 1-0 por la integración.
Me alegro mogollón el ver que poco a poco te encuentras mejor en grupo, y te sientes mas acompañado en lo que haces…
Ya veo que el tema "juergista" no lo has olvidado, y que sigues igual que siempre. No te pierdas ni una de esas reuniones tan chulas, que comentas.
Obviamente no va ha ser todo trabajar, así que de vez en cuando una de estas fiestas no viene mal.
Me alegro que hayas coincidido con Lucie y que te hayas lanzado; puede salir algo muy inesperado de aquí, si es lo que queréis; así que disfrutar que pa luego es tarde. ;-)
Un cordial saludo desde este lado del charco y espero que pase pronto otra semana para ver con qué nueva aventura nos sorprendes.
Lo dicho saludos a capazos y un fuerte abrazo.

Unknown dijo...

Misión en RCA…
Después de leer todas estas historias tan apasionantes y apasionadas he tenido la sensación de estar leyendo la sinopsis del próximo lanzamiento holibudiense donde nos dan a conocer la nueva aventura del gran James Bond. Los ingredientes están todos, un lugar exótico, una misión para salvar el mundo, fiestas increíbles, y por supuesto chicas malas, pero siempre una buena que encontrar. Lo único que echo en falta son los inventos del doctor como se llame, pues los malos ya han hecho acto de presencia y parece que no tenemos con qué burlarles. Y qué decir de nuestro héroe un madurito apuesto, inteligente, solidario, conquistador, enamoradizo, que siempre está dispuesto a hacer lo necesario para ayudar a quienes lo necesitan, lo único que no tiene es un apellido tan sonoro como Bond, pero Moya no está nada mal, le da ese toque de realidad y además lo significa como españolito de pro. Ya sabemos que nosotros somos menos espectaculares pero igualmente eficientes.
No sé el resto pero yo estoy ansioso por leer el próximo capítulo. Solo espero que el guionista le reserve grandes aventuras y éxitos a nuestro protagonista, y aunque carezca de sofisticados ingenios seguro que saldrá airoso de sus envites con los malos gracias a su ingenio.
Un gran abrazo para el chico de la peli.

Anónimo dijo...

¡ay, los ritmos de las caderas africanas! No me lo recuerdes que me pongo enfermo ;-)

Pues nada, donde dos están de acuerdo, el resto del mundo sobra, y como ya sabemos que las cosas no son ni blancas ni negras, pues eso, que hay que tener la paciencia para conocerse, y la madurez para entender tanto unas relaciones como otras.

Joer, ¡cómo me enrollo!

A disfrutar del amor y la compañía, que para sufrir siempre hay tiempo de sobra.

Un abrazo, nen

Anónimo dijo...

Sin duda te embarcaste en una gran aventura, y como debería de ser en toda gran aventura, el nombre de una mujer hace acto de presencia. Lo que más me importa es ver un después de una noche, donde la cerveza puede reinar. Una lucie que sigue apareciendo y estando cuando la cerveza no domina, es una gran noticia, conlleve esta más o menos importancia.

Por lo tanto me alegro de este, tu relato, que con un transfondo de MSF, en realidad ya es una historia completamente personal, y la mejor manera de despejarse del trabajo diario, duro, y de responsabilidad.


No sé como podría sentirme más orgulloso de mi hermano...la verdad no lo sé.

Bueno sí, que algún día me dejara ganarle al basket XD

Anónimo dijo...

Pal Franck:Ojala fuese 1-0 el marcador con la integracion, si consideramos gol conocer a Lucie, pienso que debo de ir 1-37 mas o menos :)) pero tranquilo que yo estoy por la remontada. Y si, aqui se trabaja mucho , pero no todo es trabajo por supuesto, y tenemos momentos para todo. Un abrazo!!

Pal PitiLuis; "Hola me llamo Moya, Pepe Moya y el vino de palma lo tomo agitado pero no movido". Tu piensas que tengo futuro por ahi?
Cuando vaya por alli hablamos de como pulir ciertos tics!
Nos vemos en la Tete el dia de mi cumple!! Un abrazo.

Pal LO:"donde dos estan de acuerdo, el resto del mundo sobra" se podra decir mas en menos?
"la paciencia y madurez para entender unas relaciones y otras" donde tengo que firmar estas dos verdades como templos?
Qué grande eres !!

Pa mi tete:Todo el mundo que te conoce querria estar en mi lugar para poder ser tu hermano. El orgullo es mutuo y tu lo sabes.